Ante la realidad de que a mayor población en el mundo se requerirá de una mayor producción de tomate, y que este producto en el mercado mundial está evaluado en 8.79 billones de dólares, el director general del Centro de Investigación y Estudios Sociales, Económicos y de Mercados del sector privado, Enrique Alberto Vázquez Constantino dio a conocer que están generando áreas de oportunidades y propuestas para que las autoridades encargadas de atender el campo tomen como referencia el resultado de la investigación científica que han realizado.
Reveló que están dejando un comparativo de la producción de tomate por hectárea que se logra en Holanda y México. En México tenemos menos de 40 toneladas por hectárea, mientras que en Holanda llegan a tener en algunos lugares más de 400 toneladas por hectárea, sin embargo juntos ambos países son los dos principales productores en el mundo.
En este contexto, han estudiado que la poca producción de tomate por hectárea se debe a la falta de producción en ambientes controlados, como invernadero, casa sombra y maya sombra, lo cual sirve para controlar plagas y afectaciones de fenómenos hidrometeorológicos.
Con la invstigación científica realizada anotan áreas de oportunidades, como el que las inversiones de estímulos o apoyos al campo vayan orientadas a la generación de ambientes controlados, con lo que se logrará una mejor rentabilidad y mejores condiciones de vida de los productores.
Asimismo, por el desconocimiento de las normas oficiales mexicanas y no cumplirse éstas en Chiapas, el tipo de fruto que se logra aquí es distinto a los de otros estados del país, pero con la investigación científica han generado un atlas donde se podrá identificar los tipos de tomates que se pueden sembrar en las diferentes regiones del estado, para tener óptima producción.
También se plantea tener las mejores prácticas en la producción, por lo que se establecen protocolos para ello y su explotación industrial.
Indicó que México exporta el 89% de la producción de tomate hacia Estados Unidos, de donde posteriormente se importa el 20% y otro diez por ciento ya procesado.
El tomate procesado que importa México de los Estados Unidos equivale al 88% del total de las importaciones que se hacen de Chile, Italia, España y Turquía.
Por eso, en conjunto con el Club de Industriales de Chiapas han propuesto a la FAO y a las autoridades del gobierno federal, que en los programas enfocados a combatir el hambre en vez de incluir la dotación de semillas de jitomate a las familias, mejor se dote de 365 litros de puré para la alimentación diaria, y así para evitar desperdicios de la producción lograda en el campo.
Vázquez Constantino aseguró que ponen a disposición de las autoridades locales los resultados de investigación del CIESEM, con la finalidad de que tomen los elementos para mejorar las políticas públicas y redireccionar los apoyos a los productores de tomate, tomando como base algo que será acertivo y no lo tradicional que no ha dado resultados positivos hasta ahora. / Cosme Vázquez /ASICh
