Mario Alberto López Miceli, responsable del laboratorio de cultivos vegetales de la UNICACH, aseguró que a través de un proyecto de investigación se busca incrementar la variabilidad genética de la vainilla, a efecto de lograr especies resistentes para la producción mundial.
La vainilla alrededor del mundo se deriva de ocho plantas que fueron sacadas de México entre 1701 y 17011, y en los últimos 300 años se ha reproducido por medio de clonación, a través de especies o de clonación invitro, por lo que no tienen una variedad genética las plantaciones de vainilla.
Anotó que la FAO considera que la vainilla es uno de los cultivos con mayor variación genética en el mundo, y dado que en Chiapas se tiene poblaciones nativas de vainillas se busca ahora variedades resistentes a ciertos patógenos que afectan la producción mundial.
Indicó que logrando contar con una variedad de mayor resistencia a la plaga se evitaría usar tantos agroquímicos que afectan a la cubierta forestal, en donde comunmente se da el cultivo de la vainilla. Como la vainilla necesita sombra generalmente se da bajo árboles, por lo que si se fumiga en esas áreas se contaminan ecosistemas diversos.
Además, se busca promover el cultivo de la vainilla, como una fuente de empleo más, siendo sustentable porque se puede impulsar cubiertas forestales a la vez, en donde se generarían servicios ambientales, por lo cual ahora el gobierno recompensa a la gente.
En Chiapas el cultivo de la vainilla es bajo, hay poca producción y se centra practicamente en la región de Marqués de Comillas. Hay una empresa que tiene una buena producción, pero no se compara a lo que se tiene en la región de Papantla en el estado de Veracruz.
Anotó que en el estado hay un gran potencial para la producción de la vainilla, sobre todo que hay zonas donde puede crecer de manera natural, adaptada a las condiciones. Por eso, este producto salió de aquí a México y al mundo.
Se espera poder tener concretado el proyecto de investigación a finales de mayo o junio de 2016, para que las plantas puedan resistir a un hongo que la mata poco a poco, por lo cual hay baja producción en el mundo. / Cosme Vázquez /ASICh