Si bien es cierto que la crisis económica ha sido desde siempre un problema social que afecta a muchos países y México no es la excepción, por lo que mucha gente al no tener estudios ni otra forma de generar ingresos, exponen su salud y se dedican a trabajar en la basura para poder subsistir.
En ese sentido, en el basurero municipal de este valle y desde hace 27 años, doña Fulvia Durante Gómez y su esposo (que viven en el barrio del Tepeyac) se han dedicado a este oficio, siendo que desde las seis de la mañana, hasta las 13:30 de lunes a sábado, se dedican a recolectar cartón, plástico duro, Pet, latas de aluminio, para poder venderlos y de ahí ayudarse en los gastos de la casa.
Doña Fulvia nos contó que es muy difícil soportar las inclemencias del tiempo, (sol, lluvia, frío, etc.) para poder recolectar lo que se menciona y esperar a los compradores que vienen a llevarse lo que logran juntar, por lo que de cada producto al mes pueden juntar como 300 pesos aproximadamente.
“Consiente estamos que trabajar entre la basura y los desechos es muy riesgoso, pero al no tener otra forma de generar ingresos, eso pasa asegundo término y nos tenemos que poner a trabajar ya que nuestros hijos tienen que comer y ellos no preguntan si hay, ellos solo piden y por eso tenemos que buscar la forma de ganar dinero” dijo.
Sobre el mismo tema, doña María Andrea Hernández, con domicilio en la “Juan Sabines” nos comentó que desde hace siete años ella llega al basurero a buscar latas de aluminio para poder venderlo y de esa forma ayudar a los gastos de la casa, dijo que cuando encuentra bastantes latas ha logrado juntar al día lo equivalente a 50 pesos, y cuando muy bien le va gana hasta 100, pro también dijo que hay días que no gana nada.
En tanto, Doña Matilde Nataren Gómez, dijo que desde hace dos años a la fecha llega al basurero en busca de pollitos, ya que ella y sus compañeras esperan a que lleguen los carros de algunas granjas avícolas a tirar huevos que ya no reventaron en las incubadoras, y entre esos, hay huevos que llevan pollitos vivos, los juntan, se los llevan a casa y tras varios días de cuidarlos los venden por docenas para poder sacar para comer.
Dijo doña Matilde que cuando llega poca gente a recoger, logran a juntar hasta 8 docenas al día, pero cuando la demanda es mucha, solo juntan dos o tres, ya que solo cuatro días por semana llegan al basurero.
Cabe mencionar que de este basurero y sus desechos, dependen al menos 23 familias, que seis días a la semana trabajan al menos ocho horas diarias, y todas ellas, nunca han tenido la visita de médicos para poder regalares alguna consulta y saber si por el tipo de trabajo tan riesgoso que tienen, sufren de alguna enfermedad pulmonar o alguna otra, por lo que dicen que a ellos les da igual que se acercan tiempos electorales, ya que en años anteriores candidatos les han prometido muchas cosas y simplemente no pasa nada.
Don Cornelio, el encargado de este basurero, dijo que los pepenadores cuentan con un permiso que el ayuntamiento les otorgó, y de las 23 familias registradas, no dejan entrar a nadie más porque sería causa de problemas, toda vez que todos ellos ya saben su zona de trabajo y entre sí se respetan para no entrar en dificultades. / MARCOS RAMOS