Mesa de Redacción.- Este fin de semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció el esfuerzo que permitió
que la Guardia Nacional dependa administrativamente de la Secretaría de la Defensa Nacional.
“Todo el esfuerzo que hemos hecho para crearla, que ha significado formar en cinco años una institución que ya tiene el respaldo de la mayoría del pueblo, no se eche por la borda con el paso del tiempo; que esto no se destruya”, dijo López Obrador.
También habló de las objeciones que se han hecho a esta determinación desde el flanco izquierdo y el bloque conservador, sugiriendo que habrá represión y militarización.
“En este gobierno no ha habido desapariciones, represión, tortura ni masacres; los índices de letalidad son de los más bajos porque son menos los muertos que los detenidos y heridos. Con Felipe Calderón eran más los muertos que los heridos y detenidos”, subrayó.
Posteriormente señaló que en cualquier caso, en última instancia la Guardia Nacional dependerá de la autoridad civil, de la presidenta o comandanta suprema de las fuerzas armadas, Claudia Sheinbaum.
Al justificar la decisión de trasladar la Guardia Nacional a la Sedena, destacó que su formación implicó la construcción de cuarteles y otros inmuebles para apuntalar su presencia. En la actualidad, casi en la mitad de los estados, los integrantes de esta corporación superan en número a los miembros de las policías estatales y municipales.
Aseguró que bajo el mando de oficiales de la Sedena no hemos tenido problemas de abusos de autoridad, violación de derechos humanos ni masacres cometidas por la Guardia Nacional. La gente aprueba el desempeño de esa corporación, afirmó.
En contraste, expuso, los policías estatales y municipales corren más riesgos porque están más expuestos. “Es muy difícil no someterse a la delincuencia, porque hay amenazas y tentaciones; están muy vistos ahí”.