SEMÁFORO.
¡AHÍ VIENE EL MOCRI!
Exal Baltazar Juan Avila APyPM/APM
VERDE.
¿El MOCRI CNPA EZ, mito o una leyenda?
Una organización que su fama ha traspasado las fronteras por sus ideales, su lucha por la unidad de los pobres y el gran poder que alcanzo rápidamente organizando a la clase marginada del estado de Chiapas para obtener un pedazo de tierra o un patio de 10 por 20.
Se dice que el MOCRI (Movimiento Campesino Regional Independiente) nace en Chiapas algunos años antes del alzamiento del Ejercito Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), hechos ocurridos en el año de 1994.
El MOCRI nace por la marginación y la pobreza extrema que aún persiste en el estado de Chiapas.
Un grupo de campesinos indígenas empiezan a unirse y organizarse dispuestos a luchar por mejorar su situación económica y de salud.
AMARILLO.
Empiezan por solicitar al gobierno municipal, estatal y federal apoyos para sus agremiados.
Se dieron cuenta después de varios años que solo en campañas políticas lograban obtener algunos apoyos insignificantes y que estaban siendo utilizados únicamente para los votos que llevarían al triunfo al candidato que posteriormente se olvidaría de ellos.
Para presentar proyectos y ser atendidos por el que, en campaña les había ofrecido su total apoyo, tenían que pasar horas, en ocasiones hasta días aguantando hambre, sed, entre otras cosas para que al final de su larga espera no fueran atendidos y a través de mucha presión como el de hacer plantones indefinidos, bloqueo de carreteras, huelga de hambre o marchas, lograban que algún funcionario menor fuera mandado para recibir sus peticiones.
Estas burlas, humillaciones, sacrificios, que afectaban la salud y la economía del pequeño grupo compuesto por unas decenas de familias, los orillo a buscar otras formas para ser escuchados.
En Chiapas hay miles de hectáreas abandonas, que no están siendo productivas en contraste con la pobreza que alcanza el 67 por ciento sobre una población de 5 millones 700 mil habitantes chiapanecos y un 27 por ciento que vivimos en pobreza extrema… ¡qué gran desperdicio!
Lo peor es que la mayoría de esos terrenos son intestados, rezagos agrarios o propiedades gubernamentales que siguen siendo un atractivo para adueñarse de los predios aprovechándose del puesto, posición política o económica tales como: presidentes municipales, síndicos, regidores, gobernadores, diputados locales y federales, presidentes de la república y funcionarios públicos de todos los niveles.
A este robo al pueblo de Chiapas se agregan también empresarios que a través de la compra de conciencias, corrompían a los políticos y funcionarios de gobierno para que de forma “legal” pasaran a ser legítimos propietarios de esos predios.
Al referir “legal” es corrupción. En esto se incluyen a Notarios Publicos que se prestaron para certificar escrituras y con ello avalar la “legal posesión” de la gente corrupta.
Los mocri´s vieron que el gobierno teniendo la facultad para expropiar esos terrenos para un bien común del pueblo mexicano como lo marca la Constitución Política de México, estaba solapando la corrupción y el robo, enriqueciendo más al rico y dejando desprotegido a los pobres haciéndolos más pobres y convirtiéndolos en delincuentes.
Tal pareciera que en México esto poco importa.
En la actualidad no hay mejor negocio para los ricos, políticos y gobernantes que “fomentar la pobreza, entre más pobres menos ricos”.
Esto no es justo.
Teniendo el poder para decidir, cumplir y aplicar los artículos: 4º. (Derecho a la vivienda, salud, agua, luz eléctrica, entre otros), 25º. (Fomento al crecimiento económico y de empleo) y 27º. (Expropiación para un bien común) de la Constitución no lo hace y se enriquecen abusando del poder.
Cuando exigían el cumplimiento de los acuerdos basados en el artículo 6º. (La libertad de manifestación de las ideas) y 9º. (Derecho a asociarse o reunirse con fines lícitos) de la Constitución, fueron reprimidos, encarcelados y hasta asesinados.
Ante tanta injusticia y agotados los recursos legales, no les queda otra alternativa que la de invadir predios como los ya mencionados.
Esta estrategia tiene como resultado el fortalecimiento y crecimiento rápido de la organización.
Varios predios fueron invadidos.
Sin embargo seguían igual o peor que antes. Ahora se habían convertido en invasores de tierras y por consiguiente se convirtieron en un blanco para el gobierno que empezó a infiltrar informantes que los mantenían al tanto de lo que sucedía en cada predio.
Grupos y personas dedicados a la delincuencia también se posesionaron de predios. Otros, viendo que la organización crecía y hacía temblar a los gobiernos, tomaron valor y se excedieron cometiendo atrocidades ya bien en eventos multitudinarios o de forma individual.
Muchos de estos infiltrados se convirtieron en líderes y de acuerdo con el gobierno empezaron a cometer infinidad de atracos y abusos hasta con los propios agremiados.
El MOCRI había crecido a pasos agigantados. Era un monstruo imparable.
Pero de nada servía lo alcanzado.
Era una lucha estéril.
La falta de empleo, de programas de apoyo para hacer producir las tierras en posesión tuvo el mismo resultado.
Sus demandas no eran atendidas.
Los seguían marginando, engañando, encarcelando, asesinando, despojando hasta de sus propias tierras, por mencionar algún ejemplo: Chenalhó o Chalchihuitán.
La ciudad era su última alternativa.
Una nueva esperanza ante una imparable devaluación de la moneda y lo difícil de seguir sobreviviendo. Aunado a todo, también estaba la falta de maestros y de escuelas en donde las nuevas generaciones pudieran prepararse en el saber humano.
Sin estudios y sin ningún tipo de preparación más que el empírico, estaban destinados a afrontar un futuro que les garantizaba dos cosas: cárcel o muerte.
Viene la invasión en Tuxtla Gutiérrez, capital del estado de Chiapas.
Fundan la primer colonia cuyas medidas de 10 por 20 metros de cada patio, atrajo a miles de familias que pagaban altas rentas mensuales por no contar con ninguna prestación social ni ser sujetos a créditos bancarios.
El 27 de enero del año 2001 es fundada la primera colonia del MOCRI con el nombre de “Emiliano Zapata”; ubicada en “kilómetro 4” de la capital chiapaneca.
Para ese entonces se había adherido a la Coordinadora Nacional “Plan de Ayala” y agrego “Emiliano Zapata” por los ideales afines con los del caudillo del sur formando las siglas CNPA EZ.
Esta invasión corre como reguero de pólvora.
Mas gente se une al MOCRI en busca de un “10 por 20” por no tener donde vivir. Vendedores de dulces, chicles, refrescos, agua; taxistas, albañiles, empleadas domésticas, cargadores en mercados públicos y una larga lista de personas dedicadas a infinidad de trabajos que no cuentan con las más mínimas prestaciones sociales que marca la ley.
el Movimiento se expande en varios municipios de Chiapas y otros estados como Tabasco, Veracruz, Puebla, Oaxaca…
¡Es una locura! ¡El MOCRI es un monstruo!
ROJO.
¡Ahí viene el Mocri! Se escuchaba como una alarma sísmica.
El grito potente de las consignas coreado por miles de mocri´s en cada marcha o plantón, provocaba el estallamiento de gruesos vidrios. Paralizaba toda la capital tuxtleca. Los comercios cerraban sus puertas por completo. La gente corría a esconderse bajo la piedra más pesada y pequeña. El pánico se apropiaba hasta del más valiente.
Nadie sabe la verdad de lo que ha ocurrido.
De múltiples embestidas inhumanas, el gobierno estatal utilizo mas de mil elementos policiacos muy bien armados, vehículos policiacos, del ejército y la marina para desalojar a mas de 6 mil 500 familias de miles de hectáreas; mas de 30 escuelas de distintos niveles dejando sin estudios a 2 mil niños y jóvenes, tres muertos entre ellos una niña; mas de 200 personas (hombres, mujeres y jóvenes) privados de su libertad sin llevar un juicio legal ni hayan sido sentenciados; varios desaparecidos.
En contraste y violando una vez más la Constitución Política de México y la soberanía nacional, a los miles de migrantes que invadieron nuestro país en caravanas en lo que se dio por llamar “el éxodo”; el gobierno estatal y federal les brindaban todo tipo de ayuda humanitaria.
Mientras el gobierno se vanagloria de decir que restablece el “Estado de derecho” y “recupera áreas naturales protegidas” que habían sido invadidas por estos malhechores arrojándolos a la calle sin el más mínimo respeto y cumplimiento a los protocolos de tratados internacionales de derechos humanos que deben cumplirse en los desalojos como estos.
Con estas acciones quedaron al descubierto muchos infiltrados de los gobiernos, policías, militares, marinos, “orejas”, vándalos que se hicieron pasar por colonos y gente que se dejo llevar por sus instintos del poder que había alcanzado la organización y provocaban actos vandálicos en las marchas y mítines.
Otros, los más audaces, encabezaron invasiones y se convertían en coordinadores de las colonias abusando de la necesidad de la gente.
Todo esto provoco el repudio de la sociedad y hasta de los mismos agremiados.
“EL MOCRI NO HA MUERTO, SE TRANSFORMA Y RECUPERA SUS IDEALES PARA CONVERTIRSE EN UNA LEYENDA QUE SIGUE LUCHANDO POR ORGANIZAR AL PUEBLO.”
“MIENTRAS HAYA INJUSTICIA Y POBREZA EN MÉXICO SIEMPRE HABRÁ UN MOCRI EN CADA UNO DE LOS POBRES.”
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Chiapas – México.