La anemia es una de las complicaciones más frecuentes durante el embarazo -hasta el 95 por ciento de las mujeres embarazadas pueden sufrirla- y es causada por un descenso del hierro por debajo de los valores normales.
Liseth Alfaro Merchant, encargada de la Unidad Médica Urbana del Programa IMSS Prospera, señaló que el hierro es esencial para la producción de hemoglobina, -proteína que se encuentra en los glóbulos rojos y que lleva el oxígeno a otras células-.
Explicó que durante el embarazo, la cantidad de sangre en el cuerpo de la mujer aumenta hasta 50 por ciento más de lo usual, por lo tanto, necesita más hierro con el fin de producir más hemoglobina para toda esa sangre adicional que se suministrará al bebé y a la placenta.
Alertó a las embarazadas que sospechen estar anémicas a acudir a sus citas de control médico, ya que durante los dos primeros trimestres corren más riesgos de tener un parto prematuro o un bebé de bajo peso, pues las reservas de hierro del bebé a la hora de nacer pueden verse afectadas, lo cual aumenta el riesgo de que padezca anemia durante la infancia.
Lo síntomas más comunes para detectar esta enfermedad son piel más pálida que de costumbre, pérdida abundante de cabello, uñas frágiles que se quiebran con facilidad, inapetencia, cansancio excesivo o injustificado, debilidad, apatía, mareos o vértigos, taquicardia -aumento de la frecuencia cardiaca-, episodios de ansiedad y dolor de cabeza.
Por lo que si se presentan estos síntomas es vital recibir atención médica profesional, para confirmar o descartar la anemia y evitar complicaciones que puedan poner en riesgo la vida del bebé y la mujer embarazada.
Alfaro Merchant informó que el IMSS Prospera a través de sus unidades médicas realiza de forma rutinaria controles de sangre a pacientes embarazadas a través de un proceso muy sencillo, que implica la toma de una muestra proveniente de una pinchadura en los dedos de la mano, para ser analizada a través de un medidor de hemoglobina.
Es procedimiento toma solo unos minutos y puede ser crucial para detectar el estado de salud de la paciente embarazada, apoyando al médico en la determinación del tratamiento requerido.