Es preciso contar con garantías plenas de privacidad y revertir la relación: que los vigilantes sean los vigilados, que la sociedad controle y corrija a sus representantes y no al revés, sostuvo el Senador de Chiapas durante la presentación del documental Cityzenfour
Sin privacidad, no hay democracia, no hay libertad de expresión, no hay libre manifestación de las ideas, no hay libertad de reunión y no hay participación política en condiciones de igualdad, sostuvo el Senador de Chiapas, Zoé Robledo, durante la presentación del documental Cityzenfour, de Laura Poitras, en el Senado de la República.
El legislador chiapaneco afirmó que en una sociedad digital como la que vivimos el valor democrático más importante será la privacidad: “Ésa es la verdadera libertad, en una democracia digital, la privacidad es la nueva libertad”.
En compañía del senador Javier Corral y la periodista Carmen Aristegui, Zoé Robledo sostuvo que Edward Snowden, protagonista del documental, reveló una suerte de “panóptico del Siglo XXI” desde el cual todos somos observados.
Advirtió que muchos países de América se mueven bajo la lógica de dar a la seguridad un valor democrático mucho más amplio en lugar de verla como un vehículo para alcanzar la democracia.
Señaló que con el uso intensivo de las comunicaciones digitales, el espionaje puede adquirir dimensiones impensables y de lo que se trata es de valorar la privacidad como valor democrático.
Por ello, es preciso contar con garantías plenas de la privacidad “y revertir la relación: que los vigilantes sean los vigilados, que la sociedad controle y corrija a sus representantes y no al revés”.
Y lo anterior, dijo, sólo puede ocurrir si se cuenta con herramientas de transparencia y si somos capaces de generar un modelo normativo que ofrezca garantías a quienes revelan información.
En ese sentido, Zoé Robledo recordó que durante la discusión del Sistema Nacional Anticorrupción y las leyes generales de transparencia planteó que aquéllos que revelen información que se reservó de manera incorrecta, si lo hacían de buena fe y siempre que se tratara de violaciones al ordenamiento jurídico, casos de corrupción, amenazas graves a la salud y al medio ambiente o violaciones a los derechos humanos, cuenten con mecanismos de protección.
“Deberíamos estar transitando a esa suerte de fuero ciudadano para los funcionarios que puedan convertirse en reveladores de información que se clasificó de manera incorrecta”, añadió.
Por último reflexionó sobre las motivaciones que tuvo Snowden para hacer estas revelaciones, las cuales consideró que fueron la defensa de lo más antiguo y lo más novedoso de una democracia: la Constitución y el Internet. “Snowden vulnera el sistema democrático de su país, pero para salvarlo”, concluyó.
